El aeropuerto se encuentra en medio de la selva tabasqueña, donde incluso hay una reserva natural conocida como el Yumká.

El aeropuerto presenta un riesgo natural

El Aeropuerto Internacional de Villahermosa, “Carlos Rovirosa Pérez”, presenta un riesgo natural por las condiciones como se construyó.

El aeropuerto se encuentra en medio de la selva tabasqueña, donde incluso hay una reserva natural conocida como el Yumká.

En la zona, se han avistado 150 especies de aves, las cuales pueden poner en riesgo las operaciones aéreas, pero el trabajo del personal que labora en las instalaciones ha permitido controlar los incidentes que la fauna podría provocar, de manera eficaz.

De acuerdo con el personal de fauna del aeropuerto tabasqueño, las condiciones del terreno son propias para que especies como zopilotes, golondrinas y garzas aparezcan con facilidad en los terrenos del inmueble, por ello han tenido que implementar medidas para ahuyentarlas y evitar los riesgos que podrían tener las operaciones de aterrizaje y de despegue.

El administrador de la terminal aérea, Armando Gamboa Vargas, explica que para alejar a la fauna, llevan a cabo  tres medidas de control, una de ellas es a través de un cañón de gas, el cual provoca sonidos que alejan a las aves de la zona de aterrizaje y despegue.

También hacen uso de la pirotecnia, para dispersar las parvadas que puedan interrumpir las operaciones aéreas, así como por medio de perifoneo, a través de sonidos propios de aves carroñeras, o “chillidos” que provocan la molestia de los ovíparos.

“Hemos detectado que el ave busca alimentación, refugio y anidación”, explicó Gamboa Vargas, por ello han emprendido estudios desde el 2015 para conocer qué especies son las que habitan cerca o al interior del inmueble.

 

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