En un acto audaz, manifestantes arrojaron sopa a la Mona Lisa, resguardada tras vidrio blindado en el Louvre de París, exigiendo el acceso a una comida saludable y sostenible.
La obra maestra del siglo XVI de Leonardo da Vinci, uno de los tesoros más famosos del mundo, permanece incólume, según declaraciones del museo.
En un video, dos mujeres con camisetas que rezan «contraataque alimentario» lanzan el líquido y se posicionan frente al cuadro, cuestionando: «¿Qué es más importante? ¿El arte o el derecho a una alimentación saludable y sostenible? Nuestro sistema agrícola está enfermo, nuestros agricultores mueren en el trabajo», proclaman.
La seguridad del museo interviene colocando pantallas negras, y la sala es evacuada. El grupo «Riposte Alimentaire» se atribuye la responsabilidad de la protesta, buscando integrar la alimentación en el sistema de seguridad social.
En una declaración en X (antes Twitter), el grupo aboga por un modelo que no estigmatice a los más vulnerables y respete el derecho fundamental a la alimentación. Solicitan una tarjeta de alimentos por valor de £128 libras esterlinas mensuales ($2,791 pesos) para los ciudadanos.
El Louvre confirma que la pintura fue rociada con sopa de calabaza, pero no sufrió daños. La Salle des Etats, donde se exhibe la obra, fue evacuada y reabierta tras la limpieza. «El museo presentará una denuncia», advierten.
Rachida Dati, Ministra de Cultura de Francia, condena el ataque, afirmando que «ninguna causa justifica que la Mona Lisa sea blanco de actos vandálicos. Como nuestro patrimonio, [la pintura] pertenece a las generaciones futuras».
En 2019, el museo instaló un vidrio antibalas más transparente. En 2022, un activista lanzó pastel a la pintura, instando a la reflexión sobre la Tierra. Recordemos que la Mona Lisa fue robada en 1911, generando sensación mundial, y recuperada dos años después.
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