El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que a diferencia de hace 30 años, gracias a una nueva mentalidad y conciencia ecológica, en Tabasco ya no se comen las tortugas ni sus huevos.
Al hablar acerca del maltrato animal durante la mañanera de este martes 2 de mayo de 2023, el presidente destacó la importancia de la orientación para concientizar acerca de que no debe existir el maltrato animal.
“Todo lo que podamos hacer para orientar, para hacer conciencia de que no debe de haber maltrato a los animales, son procesos de cocientización que se van a ir dando porque ya iniciaron, antes no se tenía consideración, cuidado por animales, en el caso por ejemplo de los perros, aún cuando eran y siguen siendo los fieles amigos de los campesinos y los cuidan mucho, pero también había y sigue habiendo maltrato”, señaló.
En este contexto, agregó que aún hay quienes para educarlos los golpean y les tiran piedra, “y todo esto pues tiene que ir cambiando en la medida de que se va teniendo más información, es un proceso de enseñanza aprendizaje, es lo que se ha venido haciendo con el cuidado de la naturaleza”.
López Obrador dijo que en antaño, durante la niñez se usaban los llamados tiradores o resorteras, con los que se le pegaba a las aves y otros animales, pero que en la actualidad ya no se pueden usar.
Al referirse al consumo de tortugas, expresó: “Antes se comía la tortuga o los huevos de tortuga; había hasta el mito de que estaban vinculados a la virilidad los huevos de tortuga; hasta en Tepito se vendían los huevos de caguama. Sigue habiendo la caguamanta que es un platillo suculento pero ya no se usa; ya se usan otras especies”.
El primer mandatario se refirió al consumo de las diferentes especies de tortuga en su estado natal, Tabasco, principalmente en Semana Santa: “Mi estado, todos los quelonios, hay una gran variedad se comían hace todavía 30 años; una tortuga pequeñita que se llama pochitoque, otra más grande que es la hicotea, otra más grande que es la tortuga de río; otra más grande que parece de la prehistoria que se llama guao; otra que tiene un caparacho, un caparazón también de la prehistoria, guaraguao, todas muerden pero ese donde muerde se lleva el pedazo. Todo eso se comía, menos una, que se llama mojina, chiquita, que porque lloraba”.
Explicó que escritores como Manuel Sánchez Mármol regresaba con frecuencia a Tabasco porque le gustaba mucho comer la tortuga en sangre o en verde, que eran guisos que se usaban antes, pero que “ahora ya no se comen las tortugas, ni los huevos de tortuga, pero es un proceso, yo creo que en lo que más hemos avanzado los mexicanos en los últimos tiempos es en la toma de conciencia política y también en la toma de conciencia ecológica”.
En la actualidad, consideró que así como los hijos ahora no permiten que un adulto se tome fotos fumando como signo de hombría, machismo o virilidad, tampoco permiten el maltrato animal, “es una mentalidad nueva, un cambio de mentalidad que se ha venido dando. Espero que esto vaya extendiéndose y se convierta en una visión, en una forma de vida que se vaya todo esto internalizando”.
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