Este 22 de diciembre de 2025 se cumplen dos años de que la violencia detonó en Tabasco durante la noche del llamado viernes negro, fecha que quedó grabada en la historia de la entidad, y a raíz de la cual los hechos delictivos han mantenido una tendencia a la alza en el grado de saña con que son cometidos. El saldo de esa jornada fue de al menos 15 autos incendiados en distintos puntos de la entidad, así como tres reos muertos durante los motines registrados en los penales de Villahermosa, Huimanguillo y Comalcalco.
Todo inició con un enfrentamiento suscitado en el fraccionamiento Campestre, lugar en donde residía el entonces titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Hernán “N”, personaje ligado a La Barredora; de acuerdo a los primeros informes, se trataba de un atentado en contra del extitular de la corporación, versión que fue desmentida casi de manera instantánea el exvocero del gobierno estatal, Juan Carlos Castillejos.
A partir de ahí, se generó una fuerte movilización policiaca en dicho fraccionamiento, en la que participaron elementos de la SSPC, Ejército y Guardia Nacional; vecinos señalaban que se alcanzaron a escuchar detonaciones, causando temor entre ellos. Casi al momento, grupos armados desataron el terror al despojar a ciudadanos de los vehículos en los que viajaban para incendiarlos en distintos puntos del estado y al menos tres entradas a la ciudad de Villahermosa.
Violencia en penales
Simultáneamente se desataron actos violentos en penales de la entidad, en donde hubo al menos tres muertos confirmados en Villahermosa, Huimanguillo y Comalcalco. En el Centro de Reinserción Social de Tabasco (Creset) de Villahermosa, el saldo fue de un muerto y tres heridos. Lo mismo en el penal de Huimanguillo, en donde se confirmó el fallecimiento de un reo, según lo informó Bermúdez Requena.
En tanto, en el penal de Comalcalco trascendió la presunta muerte de al menos cuatro reos que no estaban presentes al momento del pase de lista; sólo uno de ellos fue plenamente identificado, según lo refirió uno de los custodios, quien explicó que “hasta ahorita tengo el dato de uno, de nombre Eliseo, que estaba en el área de aislamiento”.
Enfrentamiento entre bandas locales, diálogo recurrente
Al hablar sobre los hechos, Hernán “N” insistió en asegurar que todo se debió a una disputa entre grupos criminales locales, descartando la presencia de algún cártel formal: “Aquí en el estado existen bandas que obviamente forman parte e imitan a este tipo de actuación de las bandas organizadas, pero nosotros como autoridades no hemos detectado un cartel formal dentro del estado”. Descartó que lo ocurrido en el fraccionamiento Campestre haya sido un atentado en contra de él o su familia, y refirió que fue a causa de este suceso que comenzó el caos al interior de los penales.
Decapitan a policía
Otro de los hechos que enmarcó la jornada sangrienta ocurrida esa fatídica noche fue la desaparición de un elemento de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) identificado como José “N”, quien estuvo comisionado en los operativos implementados para restablecer el orden en la ciudad, tras lo cual fue reportado como desaparecido, al igual que su compañero Isabelino García de la Rosa.
De acuerdo a reportes oficiales, la cabeza de esta persona fue encontrada días después dentro de una hielera abandonada a las afueras de una vivienda ubicada sobre la carretera Pichucalco-Teapa, en donde además, fueron colocadas lonas con mensajes amenazantes, por lo cual la Fiscalía General de Chiapas inició con las investigaciones correspondientes.
El lugar donde se realizó el hallazgo no había indicios que permitieran identificar la identidad de la víctima; sin embargo, los rasgos físicos tenían mucha semejanza con la fotografía difundida en la cédula de desaparición del policía. Del otro agente nada se supo. Los hechos ocurridos el fatídico viernes negro y una segunda jornada violenta en los primeros días de 2024 en el estado derivaron en la remoción de Hernán “N” de la SSPC, nombrando como encargado de despacho a José del Carmen Castillo Ramírez, quien permaneció en el cargo hasta el 2 de febrero, cuando asumió la titularidad de la SSPC Víctor Hugo Chávez Martínez.
De jefe policiaco a prófugo: qué pasó con Hernán Bermúdez después del viernes negro
A dos años del viernes negro en Tabasco, el nombre de Hernán Bermúdez Requena sigue apareciendo como una de las piezas clave para entender la escalada de violencia que marcó un antes y un después en la entidad.
En febrero de 2025, la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGE) giró una orden de aprehensiónen contra del exfuncionario por extorsión, secuestro y asociación delictuosa, delitos considerados de alto impacto y que, de acuerdo con el Código Penal de Tabasco, podrían acumular hasta 90 años de prisión. La existencia de la orden fue confirmada públicamente por el titular de la SSPC federal, Omar García Harfuch, quien además informó que Bermúdez cuenta con ficha roja de Interpol.
“A partir de febrero de 2025, (Bermúdez Requena) cuenta con una orden de aprehensión por los delitos de asociación delictuosa, extorsión y secuestro”, declaró García Harfuch al explicar que la alerta internacional se obtuvo mediante la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia, la FGR y autoridades estatales.
Las investigaciones, iniciadas desde noviembre de 2024, apuntan a presuntos vínculos con el grupo criminal La Barredora, organización que —según expedientes de inteligencia— mantuvo alianzas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Documentos filtrados por Guacamaya Leaks ya identificaban desde 2019 a un operador conocido como “Comandante H”, señalado por extorsión, protección a redes criminales y colocación de mandos policiacos afines.
El caso también escaló al terreno político. Durante su gestión, Bermúdez mantuvo cercanía con el entonces gobernador Adán Augusto López Hernández, lo que generó cuestionamientos dentro y fuera de Morena. Ante las críticas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue tajante: “no se protegerá a nadie”.
En su intento por evitar la captura, Bermúdez Requena promovió un amparo en Tijuana en abril de 2025. El recurso no prosperó. El juez determinó que no existía competencia territorial, que no se cubrió la garantía económica y que el proceso quedó sin sustento. Más tarde, una jueza federal en Tabasco negó otro amparo con el que buscaba revertir la prisión preventiva justificada, al considerar que los delitos imputados ameritan esa medida cautelar.
Actualmente, Bermúdez Requena permanece bajo proceso y con órdenes de captura vigentes, mientras las autoridades federales y estatales mantienen abiertas varias líneas de investigación, incluida una por delincuencia organizada y secuestro agravado.




